2025 ha sido de todo menos tranquilo para los mercados.
Desde los precios récord del oro hasta los repentinos titulares sobre aranceles y los bruscos movimientos impulsados por la política, los operadores han tenido que mantenerse flexibles y disciplinados. En un podcast reciente, dos operadores de fondos -Rutger Lokin, de TTA, y Nicola Fattoruso- explican cómo han afrontado uno de los años más agitados que se recuerdan.
El oro y el comercio de devaluación
El hecho de que el oro y la plata alcanzaran nuevos máximos no se produjo de forma aislada. Las expectativas de recortes de los tipos de interés, las actuales tensiones geopolíticas y la salida de capitales del dólar estadounidense desempeñaron un papel importante. El oro siguió siendo un activo de cobertura clave, ya que los operadores de capital buscaban protección frente a la devaluación de las divisas y la incertidumbre.
Al mismo tiempo, la plata se benefició no sólo como metal precioso, sino también como industrial, impulsada por la demanda de energía verde y producción solar.
Aceite a presión
El petróleo contó una historia muy diferente. A pesar de los brotes geopolíticos, la oferta siguió siendo elevada y las expectativas de crecimiento se debilitaron tras los anuncios de aranceles. En combinación con la presión política para mantener bajos los precios de la energía, muchos operadores se mantuvieron cautos sobre el crudo, inclinándose hacia un sesgo bajista.
Operar en un mercado plagado de titulares
Una de las principales lecciones de 2025 fue lo rápido que puede cambiar el sentimiento. Un solo tuit o un comentario sobre política monetaria basta a menudo para que los mercados pasen del risk-on al risk-off. Como resultado, los operadores de props redujeron el tamaño de sus posiciones, se centraron más en la cobertura y confiaron más en los fundamentales que en el ruido.
En lugar de intentar predecir cada movimiento, la paciencia y la preparación se convirtieron en la verdadera ventaja.
2026 está a la vuelta de la esquina
Ante los posibles recortes de tipos, los cambios en la Reserva Federal y la continua incertidumbre política, el mensaje fue claro: los operadores de valores deben mantenerse adaptables, centrarse en los datos y evitar las decisiones emocionales.
Los mercados seguirán moviéndose. El trabajo consiste en estar preparado para cuando lo hagan.
Vea el episodio completo del podcast a continuación